La desconfianza generalizada en la salud de las cajas de ahorros españolas alcanza niveles que rozan lo inmoral o lo divertido, según se mire. El Banco Urquijo ha lanzado un producto estructurado para sus clientes de banca privada ligado a la solvencia de siete cajas españolas, que paga un atractivo cupón mientras no suspendan pagos más de dos de ellas.
El banco que preside Francisco Vallejo vende este bono con el argumento de que ofrece "una rentabilidad elevada con un nivel de riesgo reducido", ya que es muy improbable que incurran en impago nada menos que tres cajas de ahorros. Pero la mera existencia de este producto implica el reconocimiento de que un acontecimiento de esta magnitud (sería una auténtica hecatombe) no es imposible en un entorno como el actual.
Este mensaje es peor todavía si tenemos en cuenta las cajas a las que se refiere no son precisamente de las más débiles de nuestro sistema financiero: Caja Madrid, Bancaja, CAM, Caixa Cataluña, Caixa Galicia, Ibercaja y BBK. Todas ellas están entre las 10 primeras por activos y por beneficios, y ninguna de ellas tiene una calificación crediticia inferior a A3 (éste es el rating de Caixa Galicia según Moody´s).
Algunas fuentes del mercado consideran "muy poco ético" que un banco español ofrezca un producto estructurado que ofrece una rentabilidad ligada a la solvencia de la competencia. Además, según algunas fuentes, otros bancos privados han lanzado ofertas parecidas ligadas a la solvencia de otras entidades.
Otros expertos, sin embargo, creen que se trata de un producto muy original, innovador y que llama la atención, por lo que se trata de una buena estrategia de marketing. Y lo califican de muy seguro porque, como se suele decir, "las cajas no quiebran, se fusionan". Además, las recientes declaraciones de directivos del Urquijo insisten en su confianza en la solvencia del sector financiero español.
El bono tiene un plazo de cinco años y paga un cupón trimestral de Euribor a tres meses más 2 puntos (200 puntos básicos). Si al vencimiento no han incurrido en impago más de dos cajas, el inversor recupera su dinero a la par. Pero si ocurre la catástrofe, en vez de dinero, el inversor recibe bonos de la tercera caja que haya suspendido pagos. Unos títulos, que evidentemente, valdrán mucho menos que ahora o incluso cero. Lo cual significa que el inversor perdería buena parte o todo su dinero.
Los estructurados se han convertido en el producto estrella de la banca privada española en el último año y medio. Por un lado, dejan unos elevados márgenes a las entidades comercializadoras, e incluso les permiten colocar a sus clientes el riesgo que han asumido en distintos mercados. Por otro lado, se benefician de la fuerte demanda de productos seguros ante las pérdidas de la bolsa y de la mayoría de los fondos de inversión, con la ventaja de que suelen ofrecer una rentabilidad superior a los depósitos simples a cambio de asumir un pequeño nivel de riesgo.
El propio Urquijo, propiedad del Banco Sabadell, logró un crecimiento del 108% en estos productos en 2007, hasta alcanzar un patrimonio de 486 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario