Campa: «En próximos años, los tipos de interés serán más altos de lo que conocimos»
El economista ovetense advierte
sobre la ola de proteccionismo: «Fue uno de los errores en el crack del 29»
Es la crisis más grande que nos ha tocado vivir. Es la crisis que nos identificará como generación y que nos marcará en la medida en lo que hagamos y cómo saldremos de ella». El economista José Manuel Campa iniciaba así la charla sobre la crisis financiera que ofreció ayer en la Cámara de Comercio de Oviedo. Este ovetense licenciado en Económicas y Derecho por la Universidad de Oviedo, doctor en Economía por Harvard, cerró con su ponencia la presentación del libro «Empresas y empresarios, diferentes caminos hacia el éxito», escrito por los profesores universitarios Camilo Vázquez y Myriam García.
La financiera, una crisis muy peculiar. Para José Manuel Campa la crisis financiera por la que atraviesa el planeta tiene un componente que la diferencia de todas las anteriores: su repercusión mediática. Esto implica, según este experto ovetense asesor de múltiples empresas y con una dilatada trayectoria docente e investigadora, «que todas las decisiones que se toman para paliarla se interpretan en función de la bondad o no de la Bolsa al día siguiente. Esto es muy peligroso en una situación tan volátil».
A su vez esto conlleva que la financiera, -«una crisis de confianza en su esencia», dice Campa- se agrave, ya que, según este experto «las noticas que hay no generan confianza. Hay más paranoia de la que debiera».
Su origen, en una innovación. «Casi todas las crisis han tenido su origen en una burbuja financiera. La última fue por internet, las anteriores por el invento del coche, del ferrocarril... Pero en este caso la innovación no se dio en la economía real, se dio en las finanzas», explicaba Campa. Y así, el invento de nuevos productos financieros permitió a entidades reguladas y con un estricto control de sus capitales trabajar con otras prácticamente libres de control. El panorama era éste. Sólo faltaba la oportunidad, el detonante. «Y la oportunidad llegó en los años 2002-2003 cuando los tipos de interés casi eran negativos. Toda persona racional se endeudó y se aceleró el intercambio de activos entre entidades reguladas y no reguladas», repasaba. Pero la subida de los tipos derrumbó el sistema.
Lecciones que no hay que olvidar y el fin de los paraísos fiscales. Campa enumeró las lecciones que esta crisis ya ha dejado y que el sistema no debe olvidar. De mano, «más control en la innovación (financiera). Llega una época en la que será más difícil innovar», explicaba. Según Campa habrá más controles, pero matizó: «La respuesta no es más regulación, es mejor regulación. Hay que regular el tipo de productos y no a la institución. Y una regulación coordinada internacionalmente». Y concluyó: «De ahí que los paraísos fiscales se vayan a convertir en una reliquia del pasado. Tendrán tanta presión internacional que prácticamente desaparecerán. Seguirán ofreciendo ventajas fiscales, pero ya no será lo mismo». De igual forma Campa aventuró que cambiará el concepto de liquidez así como las normas contables. «En unos años el próximo premio Nobel de Economía será el que sepa fijar el precio de la liquidez», aseveró.
Años de gran inflación. Para Campa el actual miedo que existe a la deflación no tiene base. «A corto plazo papá Estado está siendo el único prestamista. Es un trasvase de riqueza que habrá que pagar en un futuro», apuntaba para añadir: «Entre los próximos dos a cinco años los tipos de intereses serán mucho más altos que ahora y mucho más de los que conocimos, entre el 7 y el 9 por ciento». Además, auguró tiempos «de menor crecimiento después de haber vivido en los últimos diez años la época de mayor crecimiento de la humanidad».
Tiempos de intervencionismo y proteccionismo. «Se avecina una ola de intervencionismo, legitimado o no», aseveraba. «Lo que no puede ser es que se nacionalicen el 50 por ciento de los bancos y que el Estado no tenga capacidad de decisión en ellos», denunciaba para ironizar: «Para los políticos esta crisis es una mina. Ahí tenemos a Gordon Brown, que estaba a punto de morirse por falta de atención y ahora es el rey del mambo. O Zapatero, que puede presumir de la fortaleza del sistema bancario español. O Sarkozy». Mientras, Campa advirtió sobre las tendencias proteccionistas de muchos estados. «Esto fue uno de los grandes errores que se cometió en la Gran Depresión. El proteccionismo llevó a que el comercio mundial cayera en picado durante años», rememoró el economista ovetense.
Las empresas ante la crisis. Campa ofreció algunas pinceladas a los empresarios sobre lo que hacer y lo que les espera. «En estos momentos lo que cuenta es gestionar la caja, pero todos», explicó para añadir: «Es bueno para la empresa, para el individuo. De ahí que los bancos no presten y la gente no gaste. Pero esto es terrible para el sistema». Al tiempo, aconsejó a los empresarios adaptar la estructura financiera de la compañía a su plan de negocio porque «los mercados financieros están ahí, pero no siempre». Y prosiguió: «Es época de preservar, pero construyendo. Las grandes oportunidades para las empresas surgen en época de crisis. Es tiempo de pensar en lo que tienes (personas, objetos tangibles y negocios) y con ello desarrollarse mirando hacia el futuro». Campa concluyó: «Las empresas se consolidarán. El 30 por ciento de las entidades bancarias desaparecerán o se fusionarán. Siempre ocurre».
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